jueves, 7 de febrero de 2019

CAFETERÍA LA MARINA


La Marina fué una escuela de camareros donde estaban y estuvieron los mejores, todos ellos dirigidos por la batuta de Francisco Hinchado uno de los mejores profesionales que ha dado la hostelería pacense y donde se hacían tratos de ganado, reuniones políticas y se escribían las páginas más importantes de la historia de la ciudad. 


Eran todos una gran familia, en la que estaban Sebas, Antonio Colorado, Reyes, Pedro, Daza, el Persianas, Domingo EL Madalena, Quico, Guillermo, Suero, Andrés, Manolo, Pepe Ledesma, José Besa, Francisco Moreno el cocinero jefe, Ani la pinche de cocina, Juan el Carpanta, Canini, Alejandro, Fernando y Angelito los limpiabotas, Juan Campañón, Antonio, Paco "polvorilla", y algunos más de los que pasaron por el magisterio de Don Francisco. 
Esta mítica cafetería segue siendo un referente de la hostelería pacense.



En aquellos años 70, sus camareros eran instituciones locales, señores maduros y solventes que lo mismo escuchaban una pena que reían un chiste con suma educación. 
Era desde luego un lugar de escuentro, su clientela era diversa, Médicos, Empresarios, Futbolistas,  Periodistas, Maestros, Funcionarios......., por citar algunos de ellos Damián Telléz,  Federico Alba, Antonio García Orio-Zabala, los Claveros, los Maños, Ricardo Puente Broncano (con su esquina de la barra reservada), 
Todos los pacenses recordamos que siempre ha estado ahí, junto al Parque San Francisco y el Teatro Lopez de Ayala, toda la vida, desde los años 50 más o menos, siempre abierta y llena de gente, lugar de encuentro para pacenses y forasteros. 


Ahora se ha adaptado a los tiempos que corren, ya no es aquel restaurante de lujo de épocas pasadas. 


La Marina, hoy está reconvertida de cafetería clásica en tapería moderna. 

Imagen para el recuerdo de aquella 
cafetería de antes, proporcionada, 
por Isabel Carrasco Garcia  

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AQUEL SUPERMERCADO DE SIMAGO


Si hay una referencia de lugar en Badajoz que a nadie se le escapa es el antiguo Simago (Simó, Mayorga y Gómez), ese céntrico edificio del Paseo de San Francisco se convirtió con la implantación de esta gran superficie en la década de los 70, en el primer supermercado de la ciudad, con un enclave tan frecuentado que pronto se convirtió en la tienda de cabecera de muchos pacenses. 


Pese a la desaparición de la marca, el inmueble se ha mantenido como supermercado y, aunque ha pasado por las manos de varias cadenas de alimentación, para los pacenses siempre será Simago. Pero, ¿qué hubo antes de Simago?. 




El inmueble actual está construido sobre el antiguo Cuartel de Ingenieros, una obra de 1799 de la que se conserva su puerta, que primero estuvo en la antigua plaza de toros, y ahora puede contemplarse en el jardín del Museo Provincial de Bellas Artes.
La inauguración de Simago por su estratégica situación y por la escasez de otras grandes superficies supuso un hito comercial destacable en la ciudad. 


Quién de nosotros no recaló en él deseo de  conocer esas novedades y sobre todo de ver a esas preciosas y maravillosas chicas que atendían al público. 



O comer aquellos perritos calientes del Delma. 



Pues bien, a pesar de que Simago fue reemplazado hace años por otro gran almacén, el Eroski, y posteriormente por la Plaza de Día, para la gente en Badajoz, p
or mucho que haya cambiado de nombre para todos los pacenses siempre será Simago. 




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