domingo, 4 de noviembre de 2018

ANTIGUA CAPITANÍA Y GOBIERNO MILITAR


La construcción de la antigua sede de la Capitanía General de Extremadura se terminó en 1876, haciéndose sobre el solar que ocupaban diversas casas señoriales y el Palacio de los Condes de la Torre. El edificio se encuentra en una de las plazuelas con más sabor de la ciudad, pues el noble edificio tiene enfrente al Convento de Las Descalzas y al lado a la llamada Casa Navarrete. 


Con una fachada de orden dórico, el edificio ocupa más de 1500 m2, y consta de tres plantas, con balcones efecto señorial en estilo neoclásico está bien conseguido a pesar de la pobreza de los materiales. Encontramos paramento avitolado en el bajo, mirador de obra y cristal centrado en la portada, balcones con balustrada de obra, remate de la fachada con un frontón triangular, y ménsulas decoradas con motivos florales, cabezas y distintivos de las armas y cuerpos del Ejército.


Interiormente el palacio es de gran interés y conserva las nobles estancias de la época, como el comedor principal, cuyas paredes están decoradas con pinturas murales sobre El Quijote, obra de Blanco Lon, el cual pintó también los motivos del recibidor. 
El mobiliario de madera tallada, las alfombras y las pinturas del Salón de Corte, donde tenía el despacho el gobernador, han sido trasladados por el ejército, propietario actual del edificio, al Museo de Valencia. 



Este edificio emblemático de la ciudad permanece vacío desde el año 2000, cuando el organismo que lo ocupaba se trasladó a unas dependencias militares de la avenida Fernando Calzadilla. 



En 2010 se hizo una remodelación que ha consistido en arreglar la cubierta superior, instalación de iluminación tipo "led" en la fachada y reforma de toda la planta baja, habilitando un salón para conferencias (capacidad 100 personas) y varias salas para exposiciones.


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EDIFICIO DE LA GIRALDA


La Giralda es uno de los edificios más bellos de la Plaza de la Soledad y de toda la ciudad. Se construyó durante los años 1923-1930, según proyecto de Adel Pinna, maestro de obra sin título de arquitecto, que fue artífice igualmente de otros edificios emblemáticos de la ciudad. 
Es de estilo claramente historicista regionalista, andaluz, y con elementos neomudéjares, además de contar con una rejería reseñable, se mezcla con tejas de cerámica, floreros, azulejería y forja. 
El cuerpo anejo por la calle Francisco Pizarro fue ejecutado algo después por el arquitecto Rodolfo Martínez. 


La torre que sorprende por su arquitectura es una reproducción reducida de la famosa Giralda de Sevilla, que se utilizó en su momento como reclamo publicitario del establecimiento comercial que se situaba en la misma, “Almacenes La Giralda”, propiedad de don Manuel Cancho Moreno. 


La cúspide, sin embargo, está rematada por una escultura de Mercurio, dios romano del comercio. El edificio consta de 2.400 metros cuadrados, de los que 1.500 corresponden al local comercial que tuvo en su momento y el resto a viviendas.


Es de resaltar, además de la arquitectura, la colección de cuadros del artista Antonio Juez, hechos ex profeso para decorar sus muros y que hoy forman parte de los fondos del Museo Provincial de Bellas Artes. 
Por otra parte, hay que resaltar que colaboraron con los arquitectos Ángel Zoido como marmolista, Cerezo como escayolista, Carrallo en la rejería y López Salvador en la construcción.


Tras ese esplendoroso momento inicial que conocimos, en la que los hijos de Manuel Cancho (Francisco, José, Manuel y Julián Cancho García), gestionaron el negocio, se cerró en el año 1978, y después de permanecer sin uso algunos años pasó a ser propiedad de Telefónica, que lo restauró e instaló en él sus oficinas, que a su vez fueron clausuradas en 1998. 


Hoy día se mantiene cerrado en espera de nuevo destino. Un maravilloso edificio que solamente permite divisarlo superficialmente, aun cuando en momentos puntuales se abre para regocijo de quien puede advertir su bella planta.

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Imágenes proporcionadas por 
Julián González Rico 









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