miércoles, 1 de agosto de 2018

CONVENTO DE LAS DESCALZAS


Convento de Nuestra Señora de la Merced, conocido popularmente como “Las Descalzas", parece ser que su fundación se debió a Fray Simón de Sousa en el siglo XIV, se tienen noticias de que en el último cuarto del siglo XVI en 1573 las Madres Clarisas se encontraban ya en su antiguo convento, situado en lo que en su día fué el Hospital Provincial de San Sebastián, hasta que se realiza un cambio de ubicación para albergar allí el citado hospital y marcharse las religiosas a unas casas cerca del Real Convento de San Onofre, entorno a la actual calle Menacho en 1674, la sencillez y el clasicismo son dos características que definen la fachada del convento. 
La Virgen de la Merced es la advocación principal del convento. Con la revolución de 1868 las monjas se retiran a Santa Ana y el convento, que llegaba hasta la calle Santo Domingo, será subastado. En 1874 el obispo Fernando Ramírez recuperó la parte del convento conservada hoy y, junto con el patrono del mismo, el Conde de la Torre del Fresno, restaurará la iglesia y su torre.
La planta de la iglesia tiene una sola nave con coro alto y bajo a los pies. La nave se cubre con bóveda de cañón con lunetos y presenta pilastras adosadas al muro. El presbiterio lo hace con bóveda de aristas, decorada con pinturas de temas eucarísticos y símbolos de la Orden, y cúpula. La bóveda de la iglesia está sostenida con contrafuertes, y un friso de tipo clasicista con triglifos y metopas recorre todo el exterior. 
Posee una torre-campanario a los pies de planta rectangular y dos cuerpos con el de campanas, que ofrece dos arcos de medio punto entre pilastras en el frente mayor, y uno en el menor.
La iglesia tiene dos portadas, la principal, labrada en cantería, está formada por un arco de medio punto entre columnas clásicas sobre pódiums rematadas por pináculos y frontón triangular que contiene el escudo de la Orden. 
La otra portada es moderna y fue construida para facilitar el acceso de la “Hermandad del Cristo de la Amargura” en su estación penitencial. 
En el presbiterio existe un retablo moderno de fábrica, con pintura polícroma que imita a mármoles, de estilo ecléctico, posee dos cuerpos, tres calles y remate, presidido por una imagen de la Virgen de la Merced. 
En el muro del lado del Evangelio existe una lápida sepulcral de los Condes de la Torre del Fresno, fechada en 1771; y en el lado de la Epístola una pintura al óleo sobre lienzo de Cristo recogiendo las vestiduras. 
Junto al presbiterio, a ambos lados, dos retablos con columnas en madera dorada y pintada de la segunda mitad del siglo XVIII de estilo rococó, decorados con motivos vegetales, angelotes y rocallas. El del lado del evangelio contiene al Nazareno Cristo de la Espina y el de la Epístola a la Virgen de la Amargura, titulares de la Hermandad. Los dos retablos rematan con cartelas, en una un Calvario y en la otra un escudo.
La talla del Cristo de la Espina quizás sea obra de la primera mitad del siglo XVIII y la Virgen de la Amargura es del escultor Cecilio García, de la primera mitad de nuestro siglo.

















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Un poco de su historia grabado por Canal Extremadura 

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