El antiguo Parque del Vivero fue el primer jardín que se creó a las afueras de la ciudad a mediados del siglo XIX, y estaba situado en la carretera de Portugal, que así se la conocía entonces a la llamada hoy Avenida de Elvas.
Este parque, era de los más apacibles que se pudieran encontrar, con una fronda de árboles muy buena, bancos, jardines, un canal de agua atravesándolo, creo que el canal salía de la antigua Casas de las Aguas, en la cabeza del Puente Viejo, con canalización subterránea, pero, a la altura del Puente Nuevo, iba a cielo abierto.
Más o menos pudo ser así, el canal llevaba abundante agua y mucha corriente, y el antiguo campo de fútbol de Badajoz se llama El Vivero, al estar relativamente cerca del parque del mismo nombre.
Este Parque del Vivero de siempre gozó en Badajoz del cuidado debido, entonces estaba muy limpio y atendido, a pesar de estar en las afueras se podía suponer que la atención fuera menor.
Una fuente de prestigio era su señal de identidad, cuya extracción del agua se hacía manual, oscilando abajo-arriba cualquiera de las dos bombas de hierro, rápidamente brotaba el caudal de agua fresca y clara.
Este parque, era de los más apacibles que se pudieran encontrar, con una fronda de árboles muy buena, bancos, jardines, un canal de agua atravesándolo, creo que el canal salía de la antigua Casas de las Aguas, en la cabeza del Puente Viejo, con canalización subterránea, pero, a la altura del Puente Nuevo, iba a cielo abierto.
Más o menos pudo ser así, el canal llevaba abundante agua y mucha corriente, y el antiguo campo de fútbol de Badajoz se llama El Vivero, al estar relativamente cerca del parque del mismo nombre.
Este Parque del Vivero de siempre gozó en Badajoz del cuidado debido, entonces estaba muy limpio y atendido, a pesar de estar en las afueras se podía suponer que la atención fuera menor.
Una fuente de prestigio era su señal de identidad, cuya extracción del agua se hacía manual, oscilando abajo-arriba cualquiera de las dos bombas de hierro, rápidamente brotaba el caudal de agua fresca y clara.
Fotografía de Carlos Hernández
La extracción del buen agua se hacía manual, oscilando abajo-arriba cualquiera de las dos bombas de hierro, rápidamente brotaba el caudal de agua fresca y clara.
El caño de salida del agua de hierro tenía una rotura en la parte superior que, taponando la salida con la mano, se podía beber directamente agua limpia y fresca.
En la actualidad, del aquel parque de El Vivero solo quedan piedras que en un pasado fueron bancos de granito, y también se conservan algunos de los primeros plátanos que se plantaron en la ciudad, aunque su aspecto en el presente es descuidado y sucio. Es otro parque que ya no está, que se fue por la barranquilla y no volvió más.
En la actualidad, del aquel parque de El Vivero solo quedan piedras que en un pasado fueron bancos de granito, y también se conservan algunos de los primeros plátanos que se plantaron en la ciudad, aunque su aspecto en el presente es descuidado y sucio. Es otro parque que ya no está, que se fue por la barranquilla y no volvió más.
Sus escaleras de acceso en los años 90
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