Bienvenidos a la ciudad de Badajoz : AQUEL CASINO EN LA CALLE DEL OBISPO

El Casino de Badajoz después de ocupar distintos lugares, pasó a ocupar el edificio que hasta mediados de los años ochenta ha sido su sede definiiva.

Este edificio se asienta sobre el antiguo Convento de Santa Catalina, este convento se estableció en 1624 y fue desamortizado en 1835.

Poco después de 1839 la sociedad del Casino de Badajoz se instala en esta parte del antiguo convento, y en 1902 se levanta el edificio actual, con la participación de los arquitectos Ventura Vaca y Morales Hernández.

En 1949 se reforma y se elevan las plantas, derribando la vieja fachada y reedificandola tal y como la conocemos hoy día, y desde 1991 es propiedad de la Diputación Provincial, y acoge varias dependencias de la misma, así como un salón de exposiciones.
Este edificio es singular tanto por su fachada como por la distribución y refinamiento de las dependencias interiores. Podemos encontrar salas lujosas, como un salón de baile con pinturas al fresco de Adelardo Covarsí. Posee dos fachadas, una a la calle Obispo San Juan de Ribera y otra hacia la calle Felipe Checa, siendo ambas de traza academista y formal, de cánones clasicistas: pilastras gigantes de orden jónico, frontones curvilíneos, balustradas, adornos a base de jarrones y molduras, etc.

La sociedad del Casino de Badajoz, fue creada en 1841 por el entonces Capitán General de Extremadura D. Manuel Lorenzo, y ocupó distintos emplazamientos, siendo el primero unos locales del Hospicio Provincial, en 1856, pasando posteriormente a la Plaza de España y la calle de San Juan, hasta la construcción, en 1902, del edificio de la calle del Obispo.

Otras instituciones que ocuparon este espacio fueron la Comisión Provincial de Monumentos, desde 1867 hasta 1938, el Liceo de Artesanos, sociedad recreativa fundada por D. Luis Galindo en 1852, y por último, la Escuela Nacional de Magisterio, bajo la protección de la sociedad Económica, hacia el año 1845.

Permaneciendo en este lugar hasta que hizo su traslado a sus nuevas dependencias en las calles Martín Cansado y Ramón Albarrán.

Uno de los edificios que actualmente alberga la sede central de la Diputación acogió en su día el antiguo Casino de Badajoz, un inmueble emblemático de la ciudad de Badajoz, situado en la calle Obispo San Juan de Ribera, en pleno Casco Histórico.
El edificio, construido sobre le antiguo Convento de Santa Catalina, fue levantado por iniciativa de la sociedad Casino de Badajoz y adquirido por la Diputación de Badajoz en 1991, quien decidió su rehabilitación para ampliar su sede central.
El proyecto de recuperación y puesta en valor estuvo a cargo de los arquitectos Jerónimo Junquera y José María Arias.
Este edificio del Casino es el ejemplo vivo de las sedes emblemáticas que tenían las antiguas sociedades privadas en las que se organizaba la vida social del siglo XIX en una capital de provincias.
Concretamente, el 5 de mayo del año 2000, la Diputación inauguró el nuevo edificio que acoge hoy en día su zona de representación institucional y el Salón de Plenos.
En la rehabilitación de este edificio palaciego de corte clasicista destacan, en su interior, tres espacios sobremanera: el Patio de Columnas, que acoge habitualmente eventos culturales y actos públicos, la escalinata de madera, y, sobre todo, el Salón de Plenos que en su día fue el llamado salón noble o salón de baile del Casino de Badajoz.
Los bailes del Casino fueron el lado glamuroso de una Sociedad que inició su andadura en 1841, con las reuniones en la rebotica de un puñado de intelectuales.
En el Reglamento del Casino de 1861, aparece la cuota de los socios, entonces, de cien reales.
El actual Salón de Plenos, que data de los años 20 del pasado siglo, representa el paso del elitismo de los pocos que entonces accedían a los bailes a la representación democrática de toda una provincia en un espacio noble, que es hoy el salón más importante y representativo del siglo XIX en Extremadura, donde lucen con esplendor los palcos, molduras y las pinturas al fresco de Adelardo Covarsí, entre las que destaca la escena central, que representa el Juicio de París.

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