miércoles, 7 de febrero de 2024

EL CLUB TAURINO EXTREMEÑO

 

Fue fundado el día 20 de diciembre de 1948, por ocho aficionados pacenses, leales y cabales a la tauromaquia, decidieron que Badajoz, y por supuesto, Extremadura, necesitaban un Club Taurino, que sirviese de espolón para romper el hielo, y que a su vez fuese marcando el camino con suficiente fuerza, para que su rastro no se perdiese en el tiempo, y sirviese de senda por la que pudiesen transitar año tras año las generaciones venideras. 
Ellos fueron: 
Pedro López de la Rosa, Miguel Martínez, José Morales Infantes, Tomás Moro Bueno, Enrique Muñoz Torres, Antonio Nieto Valiente, Domingo Poves Pérez y Eulogio Zamora García, que con el tesón y entusiasmo derivados de una fuerte y limpia afición, hicieron posible la creación del Club Taurino Extremeño de Badajoz. 
Se encuentra situado en el número 8 de la calle López Prudencio de Badajoz, el Club Taurino Extremeño posee un edificio, propio, de tres plantas, que alberga a su vez el Museo Taurino más completo de nuestra tierra y uno de los cinco mejores del mundo taurino. 
Nada más traspasar el portalón que da acceso a su interior, en la planta baja, un recuerdo para la vecina Portugal, siempre tan presente en la tauromaquia de estos lares, con una Sala que recibe el nombre de "Rincón de Portugal". 
En esa misma planta también encontramos la coqueta Sala de Toreros "Nuestra Sra. de la Soledad", con las fotos de todas las alternativas concedidas en la plaza de Badajoz, bajo la advocación de la patrona. 
La Secretaría, donde la actual directiva marcan el devenir del día a día del Club, rodeados de carteles inaugurales de las principales plazas extremeñas y señeras cabezas de toros. 
En esa misma planta también se haya la Sala "Aquilino Claver", lugar habitual de reunión de aquellos aficionados que gustan de acudir al Club a ver una buena corrida de toros por televisión, y la Cafetería. 
Ya en la primera planta, la escalera de caracol, adornada por fotografías de lo más granado de la tauromaquia, da acceso a los altos del Club, cuyo espacio es destinado por completo al Museo. Lugar habitual de tertulias cada primer y último jueves de mes. Charlas que evocan recuerdos del pasado y aventuran un ilusionante futuro. No en vano, el Museo no deja de ser una puerta a la historia más presente vista desde los ojos del pasado. 
Lugar destacado y especial ocupan también los trajes de luces, aquellos que, en ocasiones especiales, luciesen toreros como Víctor Mendes en Almendralejo, la tarde en que fue gravemente herido. Antonio Ferrera, en su debut como matador en Valencia. Israel Lancho, Antonio Dos Santos, Enrique Ponce, José María Manzanares, Luis Reina, o banderilleros como el simpar maestro Antonio Jiménez "Antoñete" o el llorado Javier Elbal. 
Casaquillas de picadores como las de Zurito o Antonio Saavedra, ricamente cargadas del oro que siempre acompañó a los montados. O el traje de alguacil de Luis Antúnez Cabazo, reposan en las vitrinas para honra de quiénes los donaron y orgullo del aficionado visitante. 
Los toreros extremeños, tanto de oro como de plata, tienen un rincón por siempre en el corazón del Club, y su museo, como se puede observar en tantas y tantas fotografías que a lo largo del curso de la historia han ido poblando las paredes de esta casa. 
La "Sala Bienvenida" es única. No hay lugar del mundo donde se guarde con más celo todo lo concerniente a tan dinástica familia. Fotos, partidas de nacimiento, bodas o defunciones, orejas y rabos, cabezas de toros, trastos de torear como aquella muleta con la que tentó Antonio a la vaca "Extremeña" del hierro del Vizconde de Burguillos en la finca "Los Valverde", carteles, fichas con todas y cada una de las corridas lidiadas por Antonio Bienvenida, recortes de prensa, y un sinfín de documentos, muchos de los cuales pertenecieron en su día a Don Juan Murillo, Vizconde de Burguillos, quién dejó orden a los familiares para que donasen al Club Taurino todo el material que guardaba entre su casa y sus fincas. 
Otras muchas curiosidades y recuerdos adornan el catálogo que expone desde sus míticas paredes el Museo Taurino del Club a todos los aficionados que pasan por su puerta. Desde el "Rincón de Manolete" a cabezas de toros míticos por su recuerdo de bravura, pasando por el busto sacado del natural estando de cuerpo presente el valiente matador de toros Salvador Sánchez "Frascuelo". 
En definitiva, todo un legado para que este lugar sea por siempre el templo del toreo en Extremadura. Sitio obligado de visita para propios y extraños. 
La Segunda Planta, alberga dos salas más. Además, en dicha planta están la sala de Audiovisuales, la Biblioteca, la Hemeroteca y la Sala de Proyecciones. 

Fuente: Badajoz Taurina. 
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