Esta calle se definió sobre un alineamiento ya existente, a finales del siglo XVIII, con la edificación en su inicio del Palacio Episcopal erigido allí por el prelado Marín de Rodezno, en sustitución del anteriormente situado en la Alcazaba, consolidándose cuando a finales del siglo XVIII se edificó junto al mismo el nuevo Seminario San Atón, quedándola como vía de servicio entre ambos grandes edificios, que para unir los dos se tendió sobre ella en su arranque de la Plaza de Minayo un arco que el cual caracterizó su frente hasta que a principios del siglo XX fue destruido (y todavía no comprendo porqué se destruyó).
Es una calle llana, angosta, aunque con distintas amplitudes según los tramos, y en su recorrido presenta sensible curvatura. La atraviesan las calles Zurbarán, Ramón Albarrán, Arco Agüero, Cristóbal Oudrid, Madre de Dios, Suárez Somontes y final en Calado.
El tramo inicial de esta calle que regenta al día de hoy con el nombre de esa familia de la nobleza que fue Martín Cansado, fue conocido como calleja del Obispo desde que a finales del siglo XVII quedó formalizado por el nuevo palacio episcopal. Después este apelativo se pasó a nombrar esta calle antes llamada de Jerez o Santa Catalina, a la que se abría la fachada principal de esta institución, incorporándose al mismo también de Cansados de la familia de este apellido afincada en ella desde los momentos más tempranos de su configuración en el siglo XVII, y más en particular del personaje que también le presta el nombre. El final de ella (junto con la calle Calados), también se llamó Rinconada de la Trinidad o Rinconada de los Frailes por el convento de esta orden que se alzaba en su extremo.
Su arranque en la Plaza de Minayo quedaba definido en el pasado por esos dos hitos nombrados anteriormente, el Palacio Episcopal y el Seminario San Atón. El primero de ellos fue reformado en 1996, y en 1966 derribado para levantar en su lugar otro de nueva planta integrado en un conjunto impersonal de arquitectura moderna con soportales. A continuación estaba el Garaje Pla vistosa obra de arquitectura moderna erigida en 1920 por Adel Pinna sobre parte de los antiguos corrales del obispado, cuya extensión llegó a ocupar la mitad inferior de la calle Zurbarán. El segundo de ellos fue derribado en 1980 tras provocar dolorosamente su ruina horadando sus bóvedas. Sobre el enorme solar que cubría, cuyas traseras llegaban también a Zurbarán, se abrió en 1994 una plaza dura que culminó la radical transformación sufrida por la calle en aquella última década, que de resultar en el comienzo en una angosta vía definida a ambos lados por los grandes muros ciegos de las dos instituciones eclesiales, pasó a ser un ámbito abierto, formado a la izquierda por un por un edificio moderno con galería inferior, y a la derecha por una gran plaza.
Sólo el Garaje Pla, recuperado en una feliz iniciativa para instalar allí su sede por el Colegio de Abogados, evoca la configuración y espíritu de lo que fue ese ámbito hasta no hace mucho tiempo.
Comienza en la Plaza de San Atón (anteriormente en la Plaza de Minayo) y termina en Ronda del Pilar, en principio iba a formar parte de aquella "Gran Via" proyectada para unir las barriadas de San Roque y San Fernando, pero no se llevó a cabo. Sus dos tramos finales se conectaban con los conventos de Madre de Dios y Trinidad, que con la puerta de este nombre fueron sus grandes referentes en el extremo final de ella. Como los tramos del inicio y final, los centrales están formados por manzanas medianas, siendo la totalidad de los siete que la forman muy semejantes en lo que se refiere a su condición angosta y cerrada, de poco comercio vecinal aparte del generado por sus propios vecinos.
Aunque la calle fue de poca actividad comercial, en ella existieron en el pasado una serie de lugares y establecimientos los cuales vamos a hacer mención aquí, tales como:
Los recauchutados de Juan del Amo (Juanito Barrantes) y enfrente los de Galea, Confecciones Rosita de Antonio Ruiz Pareja en el nº 30, el bar de Miguel Alcalde, el Colegio San Jose de Calasanz, el bar de Mariano, pinturas Leonardo Blanco en el nº 12, un estanco (con el letrero de Nitrato de Chile junto a él), una tienda de chuches de la Sra. Dolores más conocida como "Dolorina" y otra de la Sra. Enriqueta, las clases particulares de la Stra. Amparo, el Garage Pla, las carpinterías de Ramón Ritoré en el nº 8, la de José Uría y la de Joaquín Márquez en el nº 23, la lonja de Manuel Cienfuegos en el nº 25, el zapatero Marcial Mota, el electricista Joaquin Amante en el nº 50, la venta de altramuces de la familia Sainz, la churrería de la Sra. Mariana, el Cava de Don Quijote, posteriormente el Gallo Rojo, el bar El Quite en la esquina con Cristóbal Oudrid, el taller de Electrodomésticos de Vicente, Angel y Carlos, la tienda de ultramarinos de Raimundo Cordero, más tarde de Mariano Cano y la de Arturo Hidalgo y su mujer Rita, Lejías Majado, la consulta médica de D. Federico Alba, el zapatero José Luis, las tabernas de el Sr. Ramón en el nº 2, la de Regalado en el nº 20, la de Fargallo en el nº 24 y la de Celedonio Campano, el taller estudio del pintor Boraita, los guateques en la casa de Raúl, el local de ensayo de Coros y Danzas de la Sección Femenina, la vivienda de la familia Martínez Castaño que regentaron varios establecimientos hosteleros, la de vivienda de D. Ricardo Carapeto Burgos, la consulta del doctor Federico Alba y su ayudante el practicante Antonio Galache, entre otros.........
La fuente de datos históricos de la calle han sido proporcionados por escritos realizados en el Diario Hoy, de nuestro cronista oficial de la ciudad, Alberto González Rodríguez. También es mi deseo expresar mi agradecimiento a Leo García, Pedro Díaz, Félix Guerra y Moni Guerrero, Max Max Max, Antonio Manzano Marchirant, Alonso Cerro Álvarez, Eduardo López Mejias, Manoli Vara Rosa y Eduardo Ayala Marín por las fotografías aquí expuestas. Así como esas personas que con sus comentarios de ellas, han hecho posible poder incluir aquí el nombre de los negocios que existieron. Gracias a todos.
Imágenes de la calle
Panfleto publicitario de Leonardo Blanco
Casa bombardeada en agosto de 1936
Mujeres a la puerta de su casa bombardeada
Una vista de la calle durante el tiempo de guerra
con la calle Zurbarán
Puerta de entrada del antiguo local del Gallo Rojo
anteriormente estuvo El Cava de Don Quijote
desembocando en la Ronda del Pilar
Tramo de la calle desembocando
en la Plaza de San Atón
Un tramo de la calle en obras de asfaltado
El Comedor Social de las Hijas de la Caridad
Confluencia con la calle Ramón Albarrán
a la derecha pode ver el Casino de Badajoz
Tramo entre Arco Agüero y Ramón Albarrán
Otras fotografías de la calle en la actualidad
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