viernes, 8 de abril de 2022

CALLE RAMÓN ALBARRÁN


Esta calle en el siglo XVI era llamada Francisco Crespo, Machuca, Juan Vázquez y Puerta Chica. En el siglo XVII también fue llamada Rodrigo Dosma y Canónico Segura. En el siglo XVIII como "casas frente al campo de los toros" y luego Moraleja. Y ya en 1895 se le impuso su nombre actual, el de el ingeniero naval, marino y escritor que fue Ramón Albarrán y García-Marqués. Tiene su inicio en la Plaza de España y su final en la Ronda del Pilar. Es estrecha, recta, en pendiente descendente, y desde el siglo XIX formada por edificios de gran empaque que destacaban entre los mejores de la población. A poco de su comienzo sale se ella hacia la izquierda Doctor Lobato, atravesándola luego Martín Cansado y San Sisenando. Tradicionalmente fue de carácter noble, esto es, con pocos establecimientos comerciales, y lugar de residencia de los personajes más relevantes. 
Las casas de Rodrigo Dosma son referente insoslayable de la calle en el pasado, estas se situaban en su inicio, ocupando ambas esquinas. Las principales, legadas para levantar el Seminario Diocesano, ocupaban todo el ancho de la manzana entre San Blas y Doctor Lobato. Y las segundas, enfrente, hacia Zurbarán. Antes del Seminario, en las traseras de las primeras a Doctor Lobato, existió un beaterio o casa de lo que en el siglo XVI se llamaban Mujeres de Penitencia, o Dueñas, que Dosma quiso convertir en convento bajo la advocación de Santa Margarita de las Dueñas, aunque el propósito no culminó. Es posible que la calleja a la que daba dicho centro sea la que el callejero de 1640 cita en esa zona, llamándola de las Beatas. Hoy día está ocupada por el Colegio de Arquitectos y los Servicios Económicos del Ayuntamiento. 
Otro referente destacado de la calle, este ya más moderno, es el Centro Obrero, situado en el tercer tramo. Esta asociación surgió de la escisión de la sociedad artística Espronceda ubicada en la calle Felipe Checa, trás la que parte de sus componentes se ubicaron aquí en un modesto edificio. En 1931 con el apoyo de Francisco Fernández Marquesta, el arquitecto Rodolfo Martínez erigió esta casa. 
En la esquina con Martín Cansado se alza otro noble edificio, que fue en un tiempo Conservatorio de Música, hasta su traslado a la calle Duque de San Germán, y luego ocupado por el Colegio Farmacéutico. y enfrente el de nueva planta al que se trasladó el Casino de Badajoz tras vender a la Diputación en los años 80 su suntuosa sede de la calle el Obispo. Hito igualmente significativo es el colegio Santo Ángel, en la esquina con San Sisenando, ampliado con los locales del anejo Gimnasio, cuyo nuevo edificio origina retranqueo en la calle al final del tercer tramo. 
Recordemos algunos lugares que existieron en el pasado y otros que perduran en ella  como: las Jefaturas de Estadísticas y Minas, la Delegación de Trabajo, la primera capilla de 1933 Evangélica de Badajoz en el nº 2, el Consulado de Grecia en el nº 3, una escuela de niñas en el nº 33, la carpintería Morejón en el nº 18, la imprenta Francisco Ger en el nº 22, la barbería de Jesús Vázquez en el nº 33, los automóviles de alquiler de Antonio Blanco de los Santos en el nº 43, la taberna Tavares, el Centro Obrero, el Cine Pacense, el Conservatorio de Música, el bar Acción Católica, el café-bar Bambalinas, un Hostal, concesionario de motos Iso, el Bar-Club de Galerías Preciados, el taller de electricidad de Félix Acero, la sede del PSOE de Badajoz, la Gestoría Nevado, la compañía de seguros Occidente, la Sastrería Lucas, el Banco Vitalicio, el comercio de electricidad Zenquer, el Colegio Farmacéutico, Electrificaciones Miranda, entre otros .....
También muchos profesionales tuvieron aquí su domicilio, como los médicos Narciso Váquez y Augusto Vázquez, Alfonso Ambel, Carlos Fernández, Cecilio Martínez Mediero, o Ceferino Martínez, el veterinario Jacinto Almarza, los abogados Federico Abarrátegui, Antonio Martínez, o José María Albarrán, y Agustina Almarza, con Juliana Borrallo y las Sampérez, primera practicante de Badajoz. También se concentraban aquí los ganaderos José María y Fernando Albarrán, Toribio Martínez, Antonio Montero, Joaquín Murillo, o Teresa Saavedra. 
Inolvidable es la comitiva de toreros y afición que desde el Ayuntamiento se dirigía a pié hasta la plaza de toros, calle abajo tras la Banda Municipal de Música dirigida por su director el maestro Modesto Lerma o bien, por su subdirector Lino López tocando hasta su entrada en la plaza. 

Mi agradecimiento a Alonso Cerro Álvarez, Mode Broncano, Marco Tulio Frade Cunha, Quiny P Orellana, Manuel Cienfuegos y Juan Carlos Vidarte por algunas de las fotografías aquí expuestas. Gracias a todos por ello. 

Varias imágenes de la calle 

Una tarde de toros en los años 60 

Panfleto publicitario del Cine Pacense 

Fachada del edificio del Circulo Pacense 

Café-Bar Bambalinas 

Interior del Centro Obrero 
y ya del Circulo Pacense 

Interior del Circulo Pacense en 2021 

Otras imágenes 









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miércoles, 6 de abril de 2022

CALLE SOR AGUSTINA

 

Esta calle que ostenta el nombre de Sor Agustina esa monja de las Hijas de la Caridad que desempeñó un sinfín de funciones de todo tipo con una dedicación plena a los enfermos del Hospital Provincial San Sebastian.
Es de un corto recorrido desde la calle Pedro de Valdivia hasta la calle Manuel Fernández Mejías, y está situada en un lateral del antiguo Hospital Provincial San Sebastián. Es peatonal y sólo dispone de locales de oficina y cafeterías en uno de sus laterales.

Varias imágenes de ella 
Antigua entrada a la Casa de Socorro
en el lateral del antiguo Hospital Provincial  






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CALLE SANTA ANA


Esta calle que ostenta el nombre de la madre de la Virgen María que fue Santa Ana, tiene esta denominación por estar en ella el Real Convento de Santa Ana, fue llamada anteriormente en tiempos de la segunda república Capitán Hernández, y después de la toma de la ciudad, de Queipo de Llano. Es de un corto recorrido que comprende desde la calle Duque de San Germán hasta la confluencia de las calles de Cardenal Carvajal, Meléndez Valdés, Santo Domingo y Santa Lucía. Como dato curioso en el nº 5 de la calle se encuentra un reloj de sol particularmente original. La originalidad de este reloj, es que se trata de un reloj de sol vertical a dos caras, pues se puede leer simultáneamente de una parte y otra de la fachada. La fachada en la que está ubicado el reloj es de orientación NW, vista hacia la calle. El plano del reloj es único, pero estando confeccionado en cristal matizado, ofreciendo una visión directa hacia el SE, solo visible desde la azotea de la vivienda, y una indirecta, por transparencia, hacia el NW, visible desde el acerado de la calle. Todo esto durante la mañana, por la tarde la visión se invierte y la lectura del tiempo solar se hace desde la calle, y por transparencia se lee desde la azotea indicada. 
En la fachada, entre los balcones de la 1ª planta, había una placa confeccionada en metacrilato (ya desaparecida) en la que se daban las coordenadas geográficas del lugar, la ecuación del tiempo y con una cierta intencionalidad didáctica se indicaba el modo de obtener la hora oficial a partir de la lectura de la hora solar. Fuente: No le digas a mi madre que estoy haciendo fotos. 
Cabe resaltar que en ella se encuentran el convento de Santa Ana y en la esquina el edificio que albergó la delegación de sindicatos, el consultorio médico 18 de Julio, la emisora Sindical Radio Badajoz, la sede del sindicato UGT, y más.....
Quiero recordar en ella que hubo una casa de alquiler de coches, también la Ferretería Santa Ana de Marcial Gómez en la esquina con Duque de San Germán..... 
Algunas imágenes de la calle 

Imagen de la calle en 1930 
publicada por Luis Palacios

Imagen de la calle  
publicada por Luis Palacios 

Fotografía de Alonso Cerro Álvarez 

Edificio de esquina de la calle

Fotografía de Julián González Rico

Fotografía de Leo García

Reloj de sol en la fachada del nº 5

Placa de las coordenadas del reloj de sol 

Fotografía de Quiny P Orellana 

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CALLE SANTA LUCIA

 


Esta calle es de las pocas que siempre ostentó el mismo nombre desde el siglo XVI. Bajo la República se le impuso el nombre de Capitán Galán, sustituido en 1936 por el de Teniente General Yagüe, que lo ostentó hasta julio de 1984 que se restituyó el secular de Santa Lucía, que es la patrona de la vista y mártir nacida en Siracusa (Sicilia), este nombre es debido al antiguo Convento de Santa Lucía que estuvo ubicado en la esquina de la calle con Cardenal Carvajal. Une la encrucijada que, formando un irregular remanso espacial, forma el cruce de Meléndez Valdés, Santo Domingo, Cardenal Carvajal y Santa Ana, donde se inicia con la Plaza de Reyes Católicos, en la que desemboca. Es angosta, con pequeños quiebros, presenta mayor elevación en el centro que en los extremos, por lo que forma ligera pendiente hacia ambos lados. De acuerdo con los nuevos usos, desde el último tercio del siglo XIX los nombres seculares de muchas calles fueron cambiados por los de figuras históricas modernas, y ese fue el momento de la gran injusticia. Ya que por lógica a esta calle se le debiera haber aplicado el de el hijo de Badajoz más relevante, quizá, de todos los tiempos, que es el de Manuel Godoy, nacido en ella. Más el encono político, que tantas y tantas tropelías llega a cometer, mantuvo su nombre el el ostracismo mientras ensalzaba a otros con menos méritos para tener una calle en nuestra ciudad. 
El convento de Santa Lucía que la generó y da nombre, se fundó a finales del siglo XV, y sus profesas pertenecían a las familias más distinguidas de Badajoz, pues la elevada dote que era preciso abonar para ingresar en él solo era asequible a las de gran fortuna. Debido a ello y a los importantes legados que recibía, dicho monasterio poseía numerosos bienes entre los que se contaban casas, viñas, huertas, tierras de labor, ganados, y demás. Así que casi todas casas que componían la manzana hasta Melchor de Évora eran de su propiedad. La desamortización general de 1835 incautó el convento y motivó su desaparición. 
El convento fue derribado a mediados del siglo XIX, construyéndose en su lugar un gran caserón de viviendas en el que se alojó, durante un breve tiempo, el cuartel de la Guardia Civil hasta su traslado a Santo Domingo, las oficinas de Correos y Telégrafos, un hostal, y desde 1938 hasta su traslado Radio Extremadura. 
El otro gran referente de la calle se sitúa en el extremo contrario, se trata de la casa donde Manuel Godoy, nacido en 1767 este edificio, aún existente, aunque muy reducido respecto a sus proporciones originales, presentaba la fachada principal (que es la única que parcialmente se conserva) a esta calle, una segunda a la plaza Reyes Católicos (entonces Campo de la Cruz), y las traseras a Melchor de Évora. Fue levantado por el abuelo paterno del Principe de la Paz, Luis Vicente Godoy, a poco de afincarse en Badajoz, procedente de Castuera, a principios del siglo XVIII, y en ella nació en 1731 su hijo y padre de Manuel Godoy, José Alfonso Godoy, quién quizás la amplió. La obra, gran casona de dos pisos con doblados, se erigió de nueva planta sobre uno de los solares ocasionados por los bombardeos que arrasaron Badajoz en 1705 durante la Guerra de Sucesión. En ella se alojó Carlos IV durante sus visitas a nuestra ciudad en 1796 y 1801, hecho que señalaban unas cadenas colgadas en su fachada. Vendida tras el derrocamiento de Godoy, la casa fue dividida y muy transformada, y por extraña coincidencia, en una de las viviendas resultantes, quizá hasta en la misma habitación que aquel, nació el 24 de marzo de 1829 Vicente Barrantes. Ambos nacimientos los recuerdan sendas lápidas en la fachada de la casa. También conserva la casa el escudo de la familia Godoy colocado por su abuelo. 
Aunque esta calle fue sobre todo residencial, también acogió lugares y locales comerciales. Entre los del siglo XX cabe recordar a: la casa de Jerónimo Padrón donde se tenían lugar los mejores bailes de carnaval, la casa del pintor José Rebollo, la farmacia de Alarcón del Viejo, las alpargaterías de Ramón Chaviano y la de Francisco Vila, Radio Extremadura, el taller de reparaciones eléctricas Solís, el almacén de coloniales, cereales, sacos envases de Vda. de Antonio Navarro, los ultramarinos de Manuel Alfaro, el centro asistencial Auxilio Social, el estanco nº 3, Electrodomésticos Fuentes, las droguerías el Correo de Rafael Moreno, y la de Fermín Mendicote, la barbería de Jacinto Casco, la hojalatería Acosta, la talabartería de Manuel Cisneros, el taller de escultura de Ramón Cardenal, más tarde reformado sería Casa Artes de Flores y Benítez. Más tarde también existieron en ella, el primer almacén de La Giralda,  un almacén de carpintería, la academia de Santisteban, una cestería, una dulcería, un bazar, una gestoría, la droguería Antúnez, el Conservatorio de la Orquesta Española, una farmacia, la zapatería La Salmantina, el bar de Antonio, el despacho de José Alba, el bar El Anzuelo de Oro, la oficina de representaciones de Pablo Sánchez Ibáñez, las oficinas de Estadísticas, la casa de toldos Alazán, los ultramarinos Esperanza, una capilla de la Iglesia Evangélica, la sala de exposición Tú eres Arte, y otros....
 Varias imágenes de la calle 

Fotografía de Leo García

Casa de Pepe Alba
Fotografía de Alonso Cerro Álvarez

Fotografía de Alonso Cerro Álvarez

Fotografía de Juan José Benítez Becerra

Marcelino García y Catalina García
en su trabajo de aquella zapatería de La Salmantina
Fotografía cedida por su hijo Pedro García García

Fotografía del Diario Hoy
 
Fotografía del Diario Hoy

Esquina con Santo Domingo
Fotografía de Max Max Max

Casa donde nacieron Manuel Godoy y Vicente Barrantes 
Fotografía de José Rabanal Santander

Claustro del antiguo Convento de Santa Lucía
Fotografía del Diario Hoy

Fotografía de Eduardo López Mejías

Fotografía de Eduardo López Mejías

Fotografía de Félix Guerra y Moni Guerrero

Fotografía de Félix Guerra y Moni Guerrero

Fotografía de Max Max Max

Fotografía de Max Max Max

Casa del indiano Jerónimo Padrón
Fotografía de Maribel Chaves Díaz

Placa existente en la casa que nació Vicente Barrantes 

Placa existente en la casa que nació Manuel Godoy 

Fotografía de Quiny P Orellana

Fotografía de Félix Guerra y Moni Guerrero

Fotografía de Félix Guerra y Moni Guerrero

Fotografía de Alonso Cerro Álvarez

Fotografía de Antonio Manzano Marchirant

Fotografía de Vicente Novillo

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