Esta calle en el siglo XVI era llamada Francisco Crespo, Machuca, Juan Vázquez y Puerta Chica. En el siglo XVII también fue llamada Rodrigo Dosma y Canónico Segura. En el siglo XVIII como "casas frente al campo de los toros" y luego Moraleja. Y ya en 1895 se le impuso su nombre actual, el de el ingeniero naval, marino y escritor que fue Ramón Albarrán y García-Marqués. Tiene su inicio en la Plaza de España y su final en la Ronda del Pilar. Es estrecha, recta, en pendiente descendente, y desde el siglo XIX formada por edificios de gran empaque que destacaban entre los mejores de la población. A poco de su comienzo sale se ella hacia la izquierda Doctor Lobato, atravesándola luego Martín Cansado y San Sisenando. Tradicionalmente fue de carácter noble, esto es, con pocos establecimientos comerciales, y lugar de residencia de los personajes más relevantes.
Las casas de Rodrigo Dosma son referente insoslayable de la calle en el pasado, estas se situaban en su inicio, ocupando ambas esquinas. Las principales, legadas para levantar el Seminario Diocesano, ocupaban todo el ancho de la manzana entre San Blas y Doctor Lobato. Y las segundas, enfrente, hacia Zurbarán. Antes del Seminario, en las traseras de las primeras a Doctor Lobato, existió un beaterio o casa de lo que en el siglo XVI se llamaban Mujeres de Penitencia, o Dueñas, que Dosma quiso convertir en convento bajo la advocación de Santa Margarita de las Dueñas, aunque el propósito no culminó. Es posible que la calleja a la que daba dicho centro sea la que el callejero de 1640 cita en esa zona, llamándola de las Beatas. Hoy día está ocupada por el Colegio de Arquitectos y los Servicios Económicos del Ayuntamiento.
Otro referente destacado de la calle, este ya más moderno, es el Centro Obrero, situado en el tercer tramo. Esta asociación surgió de la escisión de la sociedad artística Espronceda ubicada en la calle Felipe Checa, trás la que parte de sus componentes se ubicaron aquí en un modesto edificio. En 1931 con el apoyo de Francisco Fernández Marquesta, el arquitecto Rodolfo Martínez erigió esta casa.
En la esquina con Martín Cansado se alza otro noble edificio, que fue en un tiempo Conservatorio de Música, hasta su traslado a la calle Duque de San Germán, y luego ocupado por el Colegio Farmacéutico. y enfrente el de nueva planta al que se trasladó el Casino de Badajoz tras vender a la Diputación en los años 80 su suntuosa sede de la calle el Obispo. Hito igualmente significativo es el colegio Santo Ángel, en la esquina con San Sisenando, ampliado con los locales del anejo Gimnasio, cuyo nuevo edificio origina retranqueo en la calle al final del tercer tramo.
Recordemos algunos lugares que existieron en el pasado y otros que perduran en ella como: las Jefaturas de Estadísticas y Minas, la Delegación de Trabajo, la primera capilla de 1933 Evangélica de Badajoz en el nº 2, el Consulado de Grecia en el nº 3, una escuela de niñas en el nº 33, la carpintería Morejón en el nº 18, la imprenta Francisco Ger en el nº 22, la barbería de Jesús Vázquez en el nº 33, los automóviles de alquiler de Antonio Blanco de los Santos en el nº 43, la taberna Tavares, el Centro Obrero, el Cine Pacense, el Conservatorio de Música, el bar Acción Católica, el café-bar Bambalinas, un Hostal, concesionario de motos Iso, el Bar-Club de Galerías Preciados, el taller de electricidad de Félix Acero, la sede del PSOE de Badajoz, la Gestoría Nevado, la compañía de seguros Occidente, la Sastrería Lucas, el Banco Vitalicio, el comercio de electricidad Zenquer, el Colegio Farmacéutico, Electrificaciones Miranda, entre otros .....
También muchos profesionales tuvieron aquí su domicilio, como los médicos Narciso Váquez y Augusto Vázquez, Alfonso Ambel, Carlos Fernández, Cecilio Martínez Mediero, o Ceferino Martínez, el veterinario Jacinto Almarza, los abogados Federico Abarrátegui, Antonio Martínez, o José María Albarrán, y Agustina Almarza, con Juliana Borrallo y las Sampérez, primera practicante de Badajoz. También se concentraban aquí los ganaderos José María y Fernando Albarrán, Toribio Martínez, Antonio Montero, Joaquín Murillo, o Teresa Saavedra.
Inolvidable es la comitiva de toreros y afición que desde el Ayuntamiento se dirigía a pié hasta la plaza de toros, calle abajo tras la Banda Municipal de Música dirigida por su director el maestro Modesto Lerma o bien, por su subdirector Lino López tocando hasta su entrada en la plaza.
Mi agradecimiento a Alonso Cerro Álvarez, Mode Broncano, Marco Tulio Frade Cunha, Quiny P Orellana, Manuel Cienfuegos y Juan Carlos Vidarte por algunas de las fotografías aquí expuestas. Gracias a todos por ello.
Varias imágenes de la calle
Una tarde de toros en los años 60
Panfleto publicitario del Cine Pacense
Fachada del edificio del Circulo Pacense
Café-Bar Bambalinas
Interior del Centro Obrero
y ya del Circulo Pacense
Interior del Circulo Pacense en 2021
Otras imágenes
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