La Ermita de Bótoa, también conocida como Ermita de Nuestra Señora de Bótoa, tiene su origen en el Siglo XIV. En ella se celebra la Romería de Bótoa, en relación a la advocación mariana de su mismo nombre, la Virgen de Bótoa, copatrona y "Reina de los Campos de Badajoz".
La existencia de la actual ermita de la Virgen de Bótoa se remonta hacia finales del siglo XVIII y su construcción finalizó en el primer tercio del siglo XIX aunque hay referencias de la existencia de una ermita anterior desde 1629, más rudimentaria y seguramente románica, de la que ya no queda nada, la cual tenía su propia imagen y que nada tenía que ver con la actual Virgen de Bótoa.
La ermita sufrió varios daños a consecuencia de las guerras y fue reconstruida en 1821 tal y como se puede ver en la actualidad, es fruto de la remodelación llevada a cabo en el S. XIX por el arquitecto municipal Tomás Brioso Mapellí.
El primer domingo de mayo se celebra una multitudinaria romería en su ermita, la cual se trata de una romería internacional, ya que la imagen es venerada por peregrinos tanto portugueses como españoles.
La advocación a la Virgen y Romería de Bótoa viene dada por un antiguo asentamiento romano denominado "Budua", que más tarde pasaría a ser "Bótova" y definitivamente Bótoa, al ser conquistada por Alfonso IX de León ganando la Batalla de Alange en 1230, lo que conocemos como Bótoa, los alrededores donde se sitúa hoy la ermita, las distintas excavaciones allí efectuadas han dado a conocer los restos romanos que allí se encuentran y que ha estado habitada por romanos y musulmanes.
En 1833 fue utilizada como hospital, "Lazareto", a consecuencia del cólera procedente de Portugal, y en ella estuvieron aisladas todas las personas que habían contraído la enfermedad.
En 1886 se utilizará como Hospedería puesto que muchas familias acudían al lugar a pasar temporadas, debido a ello la Junta de Gobierno, ante la escasez de medios económicos, decidió alquilar algunas de las habitaciones del edificio, cabe destacar, una de las personas más ilustres que pasó por allí fue la poetisa extremeña Carolina Coronado.
Es una arquitectura humilde, aunque ello no ha evitado remarcar la grandeza de esta obra, abierta en extensión y no con mucha altura, lo que está muy de acuerdo con su contexto, la arquitectura popular extremeña.
Es de planta rectangular y el edificio, en el crucero, cuenta con una bóveda de medio cañón, lunetos y vanos o ventanas que aprovechan, sobre todo, la luz del este.
Su cúpula se levanta sobre pechinas y su único retablo, de época rococó portuguesa y de mármol de Borba (Portugal), luce en tonos pastel, destacan los tonos azules, beiges y magentas claros.
La cúspide está enmarcada por una banda beige, con pinturas, y representando las cinco cabezas de ángeles y en el centro el Espíritu Santo en forma de paloma del que irradian destellos de luz, que simboliza la pureza de Dios o el alma Cristiana, bajo ésta cúpula y en el centro del retablo se sitúa la titular: la Virgen de Bótoa.
Por encima del Sagrario se encuentra el Camarín de la Virgen, y a cada lado del mismo hay dos puertas, una que da paso a las dependencias interiores y otra para subir al mencionado Camarín. Sobre la puerta de entrada se encuentra el coro construido en 1866.
En la fachada de ermita un ojo de buey o rosetón con vidrios amarillos y decorado con la rosa de los vientos sirve de tragaluz en las horas cercanas al mediodía y atardecer, cuenta con cuatro de sus picos en color rosa, otros cuatro en color rojo y el círculo central en verde, y sobre el rosetón se levanta un frontón con una campana.
Pintada en blanco, cuenta con un ático, un patio delantero enrejado y una sacristía, además de un púlpito a la derecha del altar.
Cuenta con dos imágenes independientes relacionadas con la labor del campo, un ejemplo de ello es San Isidro Labrador, situado a la izquierda de la ermita, esta talla de madera policromada es obra del escultor Juan de Ávalos realizada en 1943.
Además, cuenta con la imagen de la Virgen de Bótoa de principios del siglo XVIII , siendo ésta la principal imagen de la ermita.
En la sacristía existe un cuadro titulado "Huida a Egipto", anónimo, del siglo XVIII que fue restaurado en 1997.
La actual imagen de la Virgen de Bótoa, según la efigie que marca su pecho, fue realizada hacia el año 1713, aunque se desconoce su autoría, es un tipo de Imagen de vestir o candelero al estilo de las “Divinas Pastoras” andaluzas, e iconográficamente presenta dos modelos: con pamela para recorrer los campos, y con corona como Reina Madre de Cristo, siendo su tamaño de 1’50 metros.
La actual imagen de la Virgen de Bótoa, según la efigie que marca su pecho, fue realizada hacia el año 1713, aunque se desconoce su autoría, es un tipo de Imagen de vestir o candelero al estilo de las “Divinas Pastoras” andaluzas, e iconográficamente presenta dos modelos: con pamela para recorrer los campos, y con corona como Reina Madre de Cristo, siendo su tamaño de 1’50 metros.
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
Historia de su imagen por Marcial Jesús Hueros Iglesias
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
No hay comentarios:
Publicar un comentario