sábado, 5 de octubre de 2024

EL GRAN GIMNASIO DE BADAJOZ


El Gran Gimnasio de Badajoz, abrió sus puertas en Badajoz en 1868 y cesó toda actividad en 1936, es uno de los lugares más interesantes que la ciudad atesora en su memoria. Fue el precedente de un gran centro deportivo que aplicó los principios más avanzados de la disciplina gimnástica, el culto al cuerpo y los criterios de la noble competencia deportiva en el Badajoz inquieto de la segunda mitad del siglo XIX y en las primeras décadas del siglo XX. 

Luciano Sampérez Arroyo estableció en 1875 el "Gran Gimnasio de Badajoz", conocido después como "Gimnasio Armengol", dirigido ya por su hijo Armengol Sampérez Ladrón de Guevara. Este gimnasio se convirtió en un destacado centro cultural y deportivo de la ciudad desde su creación. Su padre, Luciano Sampérez Arroyo, también muy querido por los badajocenses, fue su primer director. Narciso Vázquez Lemus, afamado médico de Badajoz, figuró en su momento como propietario y director facultativo. Pilar, hermana de Armengol, era una gran trapecista, y se encargó de impartir clases de gimnasia a las chicas. Es digno de destacar que estamos ante una familia de enormes inquietudes y ganas de embarcarse en distintos proyectos que favorecieron enormemente el ambiente cultural y deportivo en nuestra ciudad. 

El gimnasio tuvo distintos emplazamientos, estuvo instalado, primeramente, en la calle San Blas esquina Arco Agüero, para posteriormente ocupar otras sedes, localizadas en lugares tan dispares como: la vieja Plaza de Toros de Ronda del Pilar, la calle Bravo Murillo, la Diputación Provincial de Badajoz, en la calle Larga (como Gimnasio de Invierno), la calle Chapín, y en las traseras del antiguo Hospicio de la Ciudad. Será finalmente en 1889 cuando se eligiera el que sería su último local, situado en la calle San Sisenando, donde actualmente se encuentra el Colegio Santo Ángel. 

En él se impartían clases de gimnasia, esgrima, boxeo, hidroterapia, fisioterapia, técnicas para mejorar el parto, y la Gimnasia Militar aplicada al "Arte de la guerra". También era el lugar donde ponían a punto sus anatomías grupos profesionales que debían estar en forma en todo momento, como los bomberos o los militares, que estaban expresamente autorizados para ello por el ministerio. 

Organizaban, además, muchas funciones gimnásticas en la plaza de toros. También se desarrollaban actividades culturales tales como, cátedra de dibujo, recitales de cante flamenco y bailes de carnaval entre otras.

La sociedad creada para el funcionamiento del gimnasio intervino en la celebración del IV Centenario de América, organizando un Certamen Gimnástico Internacional en la Plaza de Toros de Badajoz. Hay que resaltar que el Gran Gimnasio de Badajoz, con el tiempo conocido como "Gimnasio de Armengol", siempre fue dirigido por un profesor titulado. 

Según Augusto Rebollo Sánchez en su libro "Apuntes para la historia de Badajoz", Luciano Sampérez tuvo la iniciativa de la introducción en Badajoz del deporte del baloncesto. Y en lo que también fue pionero, fue en esa forma de vida que preconiza la mente sana como resultado del cultivo de un cuerpo sano, porque los bailes que el gimnasio organizaba los domingos y en los días festivos eran frecuentados por los jóvenes de la época con ganas de divertirse. 

Las amplias instalaciones del gimnasio y el crecimiento de sus socios eran destacados por la prensa local, según las investigaciones de Augusto Rebollo Sánchez. Pilar Sampérez, hija de don Luciano, era una aventajada trapecista que ejercía como profesora de las niñas y fue muy conocida en la ciudad como "profesora de partos".
Enseguida comenzó también a destacar como gimnasta Armengol Sampérez, el otro hijo de don Luciano, cuya peripecia vital y asesinato en el Badajoz dominado por las fuerzas franquistas fue recreada por el escritor Miguel Murillo en su premiada obra teatral "Armengol". 

En esa obra de teatro de Miguel Murillo, se recogía también la aventura del puñado de jóvenes atletas que acompañó a Armengol Sampérez a Barcelona a la Olimpiada Popular de los Pueblos Libres en aquel verano de 1936. Augusto Rebollo cuenta que Armengol se empeñó personalmente en dar garantías de seguridad a los padres de los quince deportistas, a quienes preocupaba el revuelto panorama político de aquellos meses. 

Por eso, cuando tras partir de Badajoz el 16 julio se encontraron en Barcelona con el levantamiento de Franco contra el Gobierno de la República, Armengol Sampérez inició con sus alumnos un penoso periplo de vuelta a Extremadura que les llevó hasta Valencia en barco y desde allí, la vuelta en tren a la capital pacense pasando por un Madrid en pie de guerra. 

El Gran Gimnasio de Badajoz marcó un hito de progreso en nuestra ciudad, desde 1868 hasta 1936. Estuvo dotado de instalaciones y aparatos que lo situaron entre los mejores de España. Sus actividades fueron muy numerosas y desarrolló la educación física entre la juventud, tanto en locales cerrados como al aire libre. Esta sociedad llegó a tener hasta 200 socios, muy abierta a todas las clases sociales.  
oooooooooooooooo

No hay comentarios:

Publicar un comentario