Esta calle cuyo nombre actual es el de Chapín, su nombre más temprano fue el de Espaldas o Traseras de San Agustín, y los posteriores del siglo XVI fueron Capitán Alvarado y Hernán Gutiérrez Cardeñosa, y el que prevaleció hasta mediados del siglo XVII fue Chapín, que ostentó de modo continuado hasta su cambio en 1936, por el de Regulares Marroquíes, que extrañamente no fue tocado por las revisiones realizadas en el callejero a partir de 1984. El tradicional de mayor arraigo, vigente desde durante más de tres siglos, entre mediados del XVIII y nuestros días, Chapín, alude a la familia de los Chapines, relevante estirpe badajocense, cuyos miembros ocuparon durante siglos destacados cargos públicos en nuestra ciudad. Arranca su recorrido de la encrucijada en que tras el convento de San Agustín confluyen la calle Céspedes y su continuación a José Lanot, y concluye formando un pequeño remanso espacial en Porrina de Badajoz, desembocando en el Palacio de Godoy.
En otra época, al menos, su costado izquierdo fue tributario de las huertas y dependencias del convento de San Agustín con las que se integraba directamente, y el derecho de las traseras de Morales, quedando configurada en gran parte, por corralones y pequeñas viviendas entre las que únicamente destacaba como construcción de mayor cuerpo, la solariega de los Chapin.
Hubo en tiempo una calle que hoy día está desaparecida que desembocaba en su inicio haciendo cuña con Céspedes, era esa, la que continuando Encarnación desde su ángulo recto final, en lugar de de detenerse en ella, como ahora, la cruzaba para continuar, cortando la manzana de Morales hasta desembocar aquí en este tramo, la cual, a mediados del siglo XVIII aún permanecía abierta, que luego fue cerrada tras la guerra de la Independencia. Quizás se tratara de la calle Mancebía, que diversas fuentes nombran en ese ámbito, no correspondiente a ninguna otra conocida.
Esta calle fue siempre de configuración heterogénea, integrada por edificaciones de características muy diversas, en las que alternaban casas de personajes señalados con otras de modesta presencia, así como corralones y talleres. Solo muy avanzado el siglo XX experimentó una cierta renovación de la que surgieron los modestos edificios de dos pisos que actualmente la forman. Como obras más destacadas cabe citar el Cine Royalti, erigido sobre un viejo local utilizado como centro de reuniones culturales, salón de baile, y para otros fines, en el que tuvo un tiempo su sede, la sociedad obrera La germinal, luego fue el Cinema España, más tarde la discoteca Charlot, posteriormente sin uso, y hoy día derribado, siendo un solar.
Otro edificio de gran cuerpo es el de viviendas sociales levantado en 1943, con acceso también por la calle Morales. Igualmente sus moradores eran heterogéneos, con predominio de albañiles, artesanos, obreros y otros de clase humilde.
En cuanto a su actividad comercial, esta calle fue siempre poco relevante, y entre los pocos establecimientos que la poblaron cabe recordar a: la panadería de Manuel Díaz en el nº 10, la lonja de Josefa Rey en el nº 44, y las tabernas de José Rubio en el nº 2, y la de Juan Suero en el nº 36. En el nº 22 tenía su sede la Academia Municipal de Música, de la que en 1925 era director Pedro Parra Alberrache, y subdirector Máximo González de la Cruz, poco después convertida en conservatorio bajo la dirección de Bonifacio Gil. Referente fundamental de la calle a partir de 1940 fue el Colegio San Pedro Alcántara, instalado en el Convento de San Agustín, uno de los más prestigiosos de la ciudad durante medio siglo, con sus conserjes el Sr. Elías y la Sra Pepa.
También existieron en ella una serie de lugares, personas y establecimientos los cuales vamos a hacer mención aquí, tales como:
La Escuela de Comercio, la carpinteria de Lino Arroyo, después su hijo Manolo Arroyo, las tiendas de Quintín Pajares y de Gumersindo "Gume", el señor Eugenio que esculpia lápidas funerarias, la "Saci" que vendía chucherias y cigarros de matalauva, la vivienda del comandante Jiménez y su hijos Marcos y Loli, más tarde una peluquería de señoras que no recuerdo el nombre, el estudio de pintura de Manuel Murillo, la carbonería del Sr. Luis, la Sra. Magdalena que vendía muebles usados, una escuela de "cagones", la guardería Pio XII que era de monjas, la agencia de Transportes Boj, aquellas corralas de vecinos que ya se han perdido, la cochera de la familia Cancho, y un cariñoso recuerdo para el amigo Carlos Crespo López....
Quisiera hacer constar que todas las fotografías que contienen esta página han sido escogidas de la página de Facebook: Badajoz Corazón Ibérico, o bien de los grupos: ESTE ES MI BADAJOZ, BADAJOZ EN EL RECUERDO o El Grupo de Pecalmo, a excepción de las que en ellas se indica el autor de la misma. Muchas gracias a los administradores de ello y todos esos geniales fotógrafos por ellas.
Una imagen de la calle en el año 2002
Una imagen de la calle en la actualidad
Una imagen de la calle con su suelo adoquinado
Una imagen realizada por Luis Caldito Trejo
Imagen de la calle recogida del diario Hoy
Imagen realizada por Félix Guerra y Moni Guerrero
Imagen publicada por Jesús Ortega Megías
Imagen publicada por José Luis Pizarro
Imagen publicada por José Luis Pizarro
Imagen publicada por Manuel Sordo Osuna
Imagen publicada por Maribel Chaves Díaz
Una de las corralas vecinales existentes en la calle
oooooooooooooooooooo
Te falta el señor Eugenio, un artista en esculpir lápidas funerarias, muchas de las que hay en el cementerio son suyas, y la "Saci" que vendía chucherias y cigarros de matalauva en frente del royalti.
ResponderEliminarGracias por la información Vicen, la cual aplicaré. Un saludo
Eliminar