Esta calle fue llamada anteriormente Capitán Vargas, Zanabria, Bordallos, Bordellas o Berdellas, Bárcenas, Pedro de Mendoza, Puerto y Garrida o de la Garridas, las razones de estos apelativos resultan hasta hoy desconocidos, aunque como en el caso de los más antiguos parecen aludir a personajes del pasado. El de Afligidos se debe al Cristo situado en la capilla del Cristo de los Afligidos, hoy prácticamente ignorada, que desde el siglo XIX presidió el primer tramo de la calle, hoy día es llamada simplemente como Afligidos y un tramo de ella se le llamaba cariñosamente como "La Calleja".
Tiene su comienzo en la calle Arcagüero en el tramo comprendido entre Bravo Murillo y López Prudencio, finalizando en la calle Eugenio Hermoso (Las Peñas). La atraviesan las calles Sepúlveda y Benegas, entre las cuales arranca hacia la derecha la calle Tardío. Es muy angosta, más al principio que al final, en descenso y con una ligera curvatura.
Existieron en ella una serie de familias, lugares y establecimientos los cuales vamos a hacer mención aquí, tales como: El taller mecánico de Luis Domínguez García, la carpintería de Lino Arroyo, la casa del canónico Andrés Trinidad donde se situaba la capilla, que fue sustituida a mediados del siglo XX por un edificio con arquitectura de difícil encaje en la zona, en el que funcionó unos años el Hotel Montecristo, luego abandonado, y hoy propiedad municipal destinado a sede de diversas asociaciones vecinales, la carpintería de Anselmo Gordillo, la taberna de José Morillo, la frutería de Aurelio Veloso, el taller de hierros de Enrique Buhigas "Cerrajerito", el taller de torno de la madera de Isidro Moiron, la pensión Palma, la Bodeguita de Miguel, una tahona en un gran caserón, el practicante José Robles, el profesor de música Telesforo Escudero, la tapicería Cabo, un mesón, la panadería de Raúl Blanco, la tienda de chuches y café de Charly, los pintores hermanos Requena, la carnicería de Juan y Sole haciendo esquina, la Sra. Eugenia que vendía golosinas, el Bar Bocoy, etc., etc.
Fotografía de Julián González Rico
el Centro de Asociaciones
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