El antiguo convento de Santa Catalina se encuentra en la actual plaza de Santa María, frente al Museo de la Ciudad, y fue fundado en 1515.
En 1623 las monjas que lo ocupaban abandonaron el convento, y algunos años después de ser abandonado, en 1633, los Jesuitas se instalaron en él, y estos arreglaron el convento y lo ampliaron, compraron casas lindantes para abrir ante la fachada de la antigua iglesia del convento una plazoleta, la actual Plaza de Santa María.
Compraron también la edificación al otro lado de la actual calle Soto Mancera, tendiendo un arco de unión (Arco de la calle Soto Mancera), que aún subsiste, para facilitar el paso de los religiosos entre su Residencia y el Colegio, edificio que más tarde fue llamado Casa de las Aguas.
En 1767 los Jesuítas fueron expulsados de España (el escudo real de Carlos III figura desde entonces en la portada de la fachada de la antigua iglesia del convento), luego pasó a poder municipal y eclesiástico, teniendo diferentes usos, hasta su conversión en viviendas particulares en el siglo XIX.
El edificio de las escuelas o Casa de las Aguas fue demolido en 1997 para construir posteriormente la residencia de estudiantes Julio Cienfuegos Linares.
El convento fue rehabilitado en el año 2001 y pasó a formar parte de dicha residencia, y en el año 2010 acogió la sede la Concejalía de Cultura.
El claustro es planta cuadrada de unos 10 metros de lado, con doble galería.
La planta inferior está constituida por tres arcos rebajados que apoyan en pilastras de capitel sencillo, y entre cada par de pilastras se alza un poderoso contrafuerte que llega hasta el piso superior, existiendo dos en cada lado.
Las esquinas se resuelven por adosamiento de dos pilastras.
La galería superior está constituida por columnas sencillas que apoyan en balaustrada y sendas pilastras de la misma altura.
La Iglesia de Santa Catalina
Esta iglesia presenta planta de cruz latina, la nave principal está cubierta con bóveda de cañón, con seis arcos fajones de medio punto.
En el brazo derecho del crucero tenemos acceso a una sala de techo bajo que da entrada a un patio y a un espacio de dos alturas que se situarían tras el altar.
El acceso a la iglesia se realiza por dos puertas, una de ellas, la principal, en la actualidad asimétrica con el eje del edificio, y otra más pequeña a la derecha de la primera, producto del proceso de segregación de los 60 donde había una cochera y el resto de la iglesia se utilizaba como almacén de materiales de construcción y fábrica de baldosas hidráulicas.
En la entrada nos encontramos con el coro, dividido por un muro que crea dos habitaciones, los techos de las dos alturas presentan decoración de esgrafiados, en algunas zonas se ven a simple vista, y en otras se aprecia el relieve a través de la capa de pintura, en el centro hay un tondo con círculos concéntricos, y en las paredes tenemos encintados.
Posiblemente realizados en la construcción del convento en el siglo XVI.
Posiblemente realizados en la construcción del convento en el siglo XVI.
Esta misma decoración la vemos a través de la capa pictórica de toda la bóveda, aunque en el último tramo, junto al crucero, se ven restos de color.
Los arcos están decorados con encintado de cal, aunque perdido en diversas zonas, este encintado lo vemos por distintas partes de los paramentos.
En las paredes del templo encontramos ventanas en la zona superior, algunas cegadas, en el primer tramo junto al coro, a la derecha, vemos algo de policromía en la ventana, y en la pared sólo restos de encintado, enfrente hay una ventana abierta.
En el segundo tramo tenemos en la parte superior la ventana y bajo ésta descubrimos una hornacina con pintura mural que representa una santa con palma de la que se conserva la parte superior y la decoración del interior del arco, en los laterales tenemos dos capas de mortero sobre la que está la pintura, la intermedia tiene una decoración gris.
Junto al crucero tenemos la única capilla abierta que se conserva, con cúpula con linterna apoyada sobre cuatro pechinas, toda con pintura mural en diversas capas, la más exterior en rojos, la segunda perdida casi por completo de la que se ve una cinta con las letras DEXERM.
Junto al crucero tenemos la única capilla abierta que se conserva, con cúpula con linterna apoyada sobre cuatro pechinas, toda con pintura mural en diversas capas, la más exterior en rojos, la segunda perdida casi por completo de la que se ve una cinta con las letras DEXERM.
La tercera es la que mantiene mayor superficie cubierta de pintura, en ambas paredes laterales vemos tondos y decoración vegetal.
La pared del fondo tiene una hornacina muy perdida con una imitación de concha, alrededor hay algunos restos de pintura, las pechinas y el arco de acceso también están pintados.
La pared del fondo tiene una hornacina muy perdida con una imitación de concha, alrededor hay algunos restos de pintura, las pechinas y el arco de acceso también están pintados.
Ya en la zona del crucero, en el brazo derecho sólo vemos algunos restos de encintado, y en la zona de enfrente tenemos en la zona superior del arco los restos de pintura mural que representa dos angelotes sujetando un escudo con corona y debajo de ellos una cinta en la que leemos NUESTRA SE DEL CARMEN todo sobre un arco.
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