Bienvenidos a la ciudad de Badajoz : CALLE SANTO DOMINGO

Esta calle en el pasado fue llamada de Pedro de Aguilar, Juan de Thovar, la Collaza y la Justa o Yusta, aunque desde el siglo XVII al menos aparece consignada también como Santo Domingo. En 1908 el ayuntamiento decidió cambiar su nombre por el de Nicolás Salmerón, en cual fue presidente de la I República, y en 1936 por el de Calvo Sotelo, siéndole restituido en 1986 el de Santo Domingo, por el que siempre fue popularmente conocida. Surge de la plazuela formada por las calles de Santa Lucía, Cardenal Carvajal, Meléndez Valdés, y Santa Ana, delante de ante el que fuera convento de Santa Lucía.
Es estrecha, llana, de considerable longitud, y salvo un ligero quiebro al principio, es recta. Es cruzada por otras tres calles que la dividen en cuatro tramos, que lo componen el cruce de las calles De Gabriel, Prim y Vasco Núñez, y cerca de su inicio le sale al lado izquierdo Muñoz Torrero.
En el pasado la calle quedaba cortada frontalmente por diversas edificaciones, una de ellas era la Posada de Ledesma, allí situada desde el siglo XIX, deribadas en 1957 para permitir su proyección hacia adelante por la Avenida de Colón. Aunque en época moderna fue una de las más pujantes y distinguidas de la ciudad, anteriormente no tuvo esa condición, ya que pese a su céntrica situación, durante mucho tiempo fue vía secundaria, configurada en gran parte por las traseras de los palacios y mansiones principales de Menacho, y modestas edificaciones. Solo a partir de la renovación urbanística iniciada a mediados del siglo XIX adquirió el carácter de vía principal que conservó hasta el inicio de su declive en los años setenta.
Durante mucho tiempo la distinguió su condición comercial, ya que en ella proliferaban los establecimientos, sobre todo de comestibles, lonjas y ultramarinos, fruterías, pescaderías, carnicerías, panaderías, hueverías, etc. Tales como La Salmantina, Giménez y Antúnez, esta última conocida popularmente como La Virgencita, por la que luce en su fachada haciendo esquina de la calle Prim. En cuanto a tabernas contó con cinco tradicionales, la del bar España, de Manuel Rodriguez, más tarde de Vicente Saavedra, frente a Muñoz Torrero, la de Aspano, junto a la calle Prim, y ya cerca de la Plaza de Santo Domingo la de Pujalte en el nº 90, la de Manuel García, el 101, y la de Carbajo en el nº 106. También aparecían la casa-escuela San Francisco de Asís, en el nº 91, la relojería del maestro Ernesto, la primera agencia de publicidad de Badajoz La Anunciadora, los estudios fotográficos de La Portuguesa, y el de Foto Julio, la tienda de maquinaria agrícola el Comercio Industrial Extremeño, de Almeida, los sellos de caucho Lema, la imprenta Inca, de Lorenzo Macías, y la típica espartería de José García, continuada por sus sucesores Isidoro "el Niño" y José "Pepe el Soga", un estanco, barberías, droguerías, ferreterías y otros negocios varios.
Desde principios del siglo XX esta calle fue también el escenario de las batallas de flores que se celebraban durante la feria, y lugar de instalación de puestos de turrones y similares.
Otros lugares fueron: el colegio Santa Teresa, la panadería Santo Domingo de Luís Blanco, el bar Deportivo, el bar Escorial, las carnicerías de Jeromo, la de Nicasio Alonso, la de Valeriano, y otra del Matadero de Cirilo, la pescadería de Antonio Rodríguez Regalado, después de Jaramillo, la tienda de Bicicletas Antequera, una casa de Empeño, la tienda de Granja Céspedes, El Salmantino, la peluquería Márquez, las droguería Azul, esquina con Vasco Núñez, la de Peña, y la de Mendicote, la Casa del Bacalao, las fruterías de el Buen Gusto, la de Falero, y la de Carmen, Ebro Automoción, la ferretería Santo Domingo, la sastrería Velázquez, los almacenes Farmaceúticos de Cruz Guzmán, la farmacia Hurtado, la relojería "La Hora Fija" de Ernesto Bartolomé Dazgo, y la joyería y relojería de Carlos, las Damas Catequistas y ejercicios espirituales, Ebro Automoción, y luego Prenatal, en la esquina con Gómez de Solís, Don Congelado, y otras.......

Varias imágenes antiguas de la calle