Este sanatorio fue construido en 1929 en la Carretera de Portugal (actual Avenida de Adolfo Díaz Ambrona), en un lugar muy soleado, cerca de los Jardines del Vivero, se desconoce su autor, y se cree que Adel Pinna y Francisco Vaca participaron en su construcción.
Fue financiado gracias a importantes donaciones de particulares e instituciones.
La cubierta del edificio está construida con teja árabe y decorada con estucos policromados con motivos frutales y vegetales y jarrones en los remates, lo cual unido a la fachada encalada, responde a un estilo regionalista.
A principios de los años cuarenta el edificio lo adquiere el Estado cambiando su denominación por 18 de Julio, y a finales de la década se amplía.
El edificio emplea ya modernos materiales como el hormigón para su cimentación y forjados, y muros de mampostería de gran espesor para favorecer el aislamiento.
Este Sanatorio llamaba su atención por su aire campestre, y se organizaba elegantemente como si de una villa de recreo se tratara.
De pie personal del Sanatorio y en centro el administrador Sr. Valero y abajo sentados de izquierda a derecha José Terrón Pedro Suárez, Santiago Vázquez y Joaquín González Cruz.
Después de muchos años de total abandono y de estar a punto de ser derribado se ha recuperado como residencia geriátrica bajo el proyecto de la arquitecta Maria Teresa Paco. La edificación ha sido modernizada y ampliada por su parte trasera aunque su ejecución no impacta en el conjunto, recuperándose con gran acierto y cariño todos sus elementos ornamentales.
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